Los ecosistemas de finanzas descentralizadas (DeFi) buscan distribuir las riquezas de forma mucho más equitativa y equilibrada, sembrando nuevas oportunidades para el desarrollo económico de todos.
En la actualidad se vive un frenesí, casi a nivel mundial, por el desarrollo e implementación de protocolos y aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi). Y es que este nuevo sistema de finanzas, autónomo y descentralizado, afianza aún más el concepto que introdujo Bitcoin y las criptomonedas con su desarrollo, el concepto de dinero digital programable.
La revolución que han causado estos ecosistemas se debe a que, en realidad, se toman los mismos servicios, productos e instrumentos financieros a los que estamos acostumbrados, y se transforman en protocolos y herramientas basados en tecnología blockchain. Se transforman en productos nuevos e innovadores que facilitan y simplifican todos los procesos, se transforman en productos, instrumentos y servicios transparentes, confiables y sin intermediarios.
Los ecosistemas DeFi admiten la participación de cualquier persona sin exclusión, y tienen todo el potencial para ofrecer grandes ventajas y beneficios económicos a quienes realmente saben cómo sacarles provecho. En este sentido, Linda Xie, cofundadora de la plataforma Scalar Capital, asesora de 0x Project y ex-gerente de Productos de Coinbase, afirma que los préstamos descentralizados, los intercambios sin custodia, las opciones de garantías, los sistemas de identificación descentralizados y los altos rendimientos son herramientas significativas para el desarrollo económico futuro. Aunque al mismo tiempo Xie advierte que con tantos beneficios y oportunidades también llegan grandes riesgos.
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Importancia y beneficio de los ecosistemas DeFi
Las finanzas descentralizadas se desarrollaron como una forma de ampliar y extender las aplicaciones de la tecnología blockchain y las criptomonedas dentro del sistema financiero, brindando servicios modernos e innovadores que no dependen de entidades bancarias ni intermediarios, sino directamente de los propios usuarios. A través de las DeFi, los usuarios tienen la potestad de manejar y gestionar sus propios fondos desde una aplicación o wallet.
Además, gracias a las potencialidades de la tecnología blockchain y de los smart contracts, los ecosistemas DeFi son transparentes, seguros, confiables, descentralizados, resistentes a la censura y, algo muy importante, programables. Todas estas características le permiten a las plataformas DeFi dejar a un lado la subjetividad del ser humano, permitiendo la ejecución de contratos entre varias partes sin confianza y sin la aprobación de una figura central. Así mismo, gracias a estas cualidades, la eficiencia y la eficacia en la distribución y asignación de capitales se incrementa positivamente. A través de los smart contracts se definen los protocolos y las condiciones esenciales para realizar un determinado proceso, y una vez definidos, no pueden modificarse o alterarse.
Es así que las potencialidades de estos ecosistemas descentralizados le permiten a los usuarios solicitar préstamos, obtener o proporcionar liquidez, recibir recompensas, generar intereses, apalancar sus proyectos e inversiones y mucho más, de una forma sencilla, directa y accesible para todos, y lo más importante es que no existen las fronteras. Al ser sistemas descentralizados y digitales, no importa la nacionalidad o el territorio donde se ejecuten. Como vemos, se trata de un producto completamente revolucionario que tiene todo el potencial para cambiar radicalmente nuestra percepción sobre el sistema financiero tradicional.
Riesgos asociados a las plataformas de finanzas descentralizadas
Como se mencionó al principio, todas las potencialidades de los ecosistemas DeFi también esconde grandes riesgos. En este sentido, Xie argumenta que, al tratarse de soluciones en pleno desarrollo, aún quedan muchos aspectos importantes por solucionar dentro de las aplicaciones y proyectos DeFi. Por ejemplo, la experta señala que en febrero el protocolo de préstamos financieros descentralizados bZX sufrió una violación de seguridad, donde más de 900 mil dólares en fondos almacenados dentro del proyecto se vieron comprometidos.
De igual forma, Xie señala que en abril el protocolo dForce, una plataforma de servicios financieros descentralizados, también fue víctima de un hackeo que ocasionó la pérdida de más de 25 millones de dólares en criptomonedas. Para ejecutar este ataque, el hacker explotó una vulnerabilidad conocida en el estándar del token ERC-777, que lamentablemente los desarrolladores no pudieron solucionar con anterioridad, y aunque el hacker devolvió los fondos luego de que fue rastreado, la incidencia del ataque deja entre ver las vulnerabilidades presentes en estos proyectos.
Citando otro ejemplo más reciente y donde un actor malicioso no tuvo nada que ver, el protocolo YAM Finance presentó un error fatal en una línea de código en el smart contract, lo que ocasionó que los desarrolladores y la comunidad perdieran la gobernabilidad sobre el proyecto, dejando en riesgo todo el valor bloqueado que se encontraba dentro de este. Cuando YAM Finance falló, el valor del token YAM pasó de 165 $ USD a menos de 0,8 $ USD por unidad, perdiendo más de 470 millones de dólares en capitalización bursátil.
En conclusión, Xie argumenta que es evidente la necesidad de perfeccionar ciertos puntos que garanticen totalmente la seguridad de los fondos, de las inversiones y de los usuarios. No obstante, la experta no descarta el gran potencial que estos ecosistemas descentralizados pueden brindar a la sociedad, sobre todo a aquellos que no cuentan con una identidad oficial o que no están bancarizados.
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