La emisiones de Bitcoin al medio ambiente están disminuyendo, asegura el analista de ESG y cofundador del fondo CH4 Capital, Daniel Batten.
Pese a que el precio de Bitcoin se ha recuperado considerablemente este año, su número de usuarios va en aumento y la potencia computacional de la red blockchain se ha duplicado en los últimos 12 meses, marcando un nuevo máximo histórico de 448 exahashes por segundo (EH/s), la cantidad de emisiones de la red Bitcoin al medio ambiente ha ido disminuyendo.
De acuerdo con Daniel Batten, las emisiones ocasionadas por la red Bitcoin son cada vez más pequeñas debido, principalmente, a que los mineros están migrando hacia redes energéticas más sostenibles y ecológicas. Batten destacó que los mineros de BTC están alejándose de la energía producida por el carbón y acercándose cada vez más a fuentes de energía limpia.
En abril de este año, el inversor de ClimateTech y analista ESG también señaló que la principal fuente de energía que están utilizando los mineros de Bitcoin en la actualidad es la hidroeléctrica.
La migración de los mineros de Bitcoin ha hecho a la red menos contaminante
La migración de los mineros de Bitcoin de China ha sido uno de los factores que ha contribuido a la disminución de las emisiones de carbono por parte de la red blockchain. No obstante, Batten destacó que, frente a la salida de China, la migración de los mineros de Bitcoin de Kazajistán e Irán ha sido más importante y ha tenido un impacto más significativo en la reducción de la emisiones de la cadena de bloques, ya que estos países dependen principalmente del carbón para la producción energética.
Por otra parte, la creación de equipos de criptominería más eficientes, el aprovechamiento del gas natural no utilizado en los pozos petroleros y el uso del metano de los vertederos como fuentes de energía alternativa también han jugado un importante papel en la reducción de las emisiones de la red de Bitcoin.
Batten, quien ha realizado varios análisis sobre el impacto ambiental de la minería de Bitcoin, sostiene que las criticas que organizaciones como Greenpeace han hecho recientemente contra Bitcoin carecen de fundamentos. Según él, el informe que presentó la ONG sobre Bitcoin es inexacto, utiliza fuentes de datos defectuosas, no presenta pruebas reales que respalden sus afirmaciones y no realiza una evaluación objetiva, por lo que lo etiquetó de simple “alarmismo”.
El analista ESG también puntualizó que varias universidades y empresas han comenzado a interesarse por este tema, por lo que es cuestión de tiempo para que surjan más informes sobre la minería de Bitcoin que estén debidamente sustentados para poner fin a la era de “vilipendio” que atraviesan todas las tecnologías disruptivas.
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