2024: Un punto de inflexión crucial para la política de criptomonedas en Estados Unidos

2024: Un punto de inflexión crucial para la política de criptomonedas en Estados Unidos

El año 2024 será recordado como un momento decisivo en la historia de las criptomonedas, especialmente en Estados Unidos. 

Tras años de incertidumbre regulatoria y tensiones entre la industria cripto y las autoridades, el panorama político y legal para los activos digitales comenzó a experimentar un giro significativo, que marcará un antes y un después en la evolución de este sector.

Según un análisis de Messari, 2024 marcó un punto de inflexión para la industria de las criptomonedas, no solo por los avances tecnológicos y la adopción institucional, sino también por un cambio significativo en el panorama regulatorio estadounidense. La firma indicó que este giro estuvo fuertemente influenciado por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un evento que catalizó una nueva era de políticas más favorables hacia las criptomonedas.

La lucha y el cambio de rumbo en la regulación de las criptomonedas

Durante la primera mitad del año, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) mantuvo una postura firme bajo el liderazgo de Gary Gensler, intensificando su enfoque de «regulación mediante la aplicación de la ley». 

Casos emblemáticos contra gigantes como Coinbase, Binance y Uniswap, así como acciones contra proyectos DeFi y NFTs, como Opensea, generaron un clima de mayor incertidumbre y frustración en la industria cripto. Sin embargo, esta estrategia también galvanizó a la comunidad de las criptomonedas y a sus aliados en el Congreso, quienes impulsaron iniciativas legislativas para establecer un marco regulatorio claro y adaptado a las características únicas de los activos digitales.

Messari subrayó en su informe “The Crypto Theses 2025” que la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, avanzó en la aprobación de proyectos de ley clave, como FIT-21 y la Ley de claridad para stablecoins de pago. Aunque estos esfuerzos enfrentaron obstáculos en el Senado, controlado por los demócratas, sentaron las bases para un diálogo bipartidista sobre la necesidad de establecer regulaciones específicas para el sector de las criptomonedas. 

La Cámara de Representantes también aprobó una resolución que buscaba derogar la controvertida norma contable SAB-121 de la SEC, que disuade a los bancos regulados de custodiar activos digitales. Sin embargo, a pesar del visto bueno de los legisladores, el presidente Biden finalmente vetó la resolución, una medida que provocó la reacción de la criptocomunidad. 

La victoria de Donald Trump: Un catalizador para el cambio

De acuerdo con Messari, el punto de inflexión llegó con la elección presidencial de noviembre de 2024. Donald Trump, quien adoptó una postura pro-cripto durante su campaña, prometió revertir lo que calificó como una «represión ilegal y antiestadounidense» contra las criptomonedas. Entre sus promesas destacaron la creación de un consejo asesor sobre Bitcoin y criptomonedas, la destitución de Gary Gensler como presidente de la SEC, y la oposición a la emisión de un dólar digital o CBDC por parte de la Reserva Federal.

La victoria de Trump generó un optimismo sin precedentes en el mercado cripto. Gracias a este entusiasmo, Bitcoin, la criptomoneda más capitalizada del mercado, logró superar la barrera de los $100.000 dólares por unidad, y las expectativas de un entorno regulatorio más favorable atrajeron a inversores institucionales y asignadores de capital que habían permanecido al margen del mercado cripto debido a los riesgos regulatorios.

Messari destacó que Trump también prometió convertir a Estados Unidos en la “capital cripto” del mundo y proteger el derecho de los estadounidenses a la autocustodia y a realizar transacciones libres de la vigilancia y el control del Gobierno; además, se comprometió con la liberación de Ross Ulbricht.

Como resultado a todo esto, la industria de las criptomonedas anticipa ampliamente un entorno político altamente favorable para los criptoactivos bajo la nueva administración de Trump, indicó la firma. 

Los debates clave sobre las criptomonedas en 2024

Además de la perspectiva de un entorno regulatorio favorable para las criptomonedas y los activos digitales, Messari destacó que el año 2024 fue testigo de debates cruciales que marcarán el futuro de este sector. Por ejemplo, la protección del derecho de los individuos a custodiar sus propios activos digitales se convirtió en un tema central, generando un intenso diálogo entre legisladores. Algunos abogaron por imponer restricciones, mientras que otros defendieron la importancia de este derecho como pilar de la libertad financiera.

Por otro lado, el uso de tecnologías de privacidad, como los mixers de criptoactivos, planteó tensiones significativas entre la necesidad de combatir actividades ilícitas y la preservación de los derechos individuales. Asimismo, las propuestas para regular y gravar la minería de Bitcoin pusieron de relieve su impacto ambiental. Sin embargo, los defensores argumentaron que esta actividad también tiene el potencial de impulsar la innovación en energías renovables, añadiendo una dimensión positiva al debate.

Finalmente, los legisladores y la criptocomunidad abrieron el debate sobre la llamada Operación ChokePoint 2.0, que acusa a los reguladores bancarios de apuntar injustamente a las empresas de criptomonedas para evitar el acceso a servicios bancarios. 

Perspectivas para 2025

Con una administración cripto-favorable liderada por Trump y un Congreso controlado por los republicanos, se espera que 2025 sea un año de avances significativos en la política de criptomonedas estadounidense. 

La claridad regulatoria, la legislación sobre las stablecoins y la protección de los derechos de autocustodia serán prioridades clave. Sin embargo, el riesgo de un cambio en la postura de Trump o de un estancamiento legislativo sigue presente, recordando que la industria aún debe demostrar su capacidad para cumplir con las expectativas generadas.

En resumen, 2024 marcó un punto de inflexión crucial para las criptomonedas en Estados Unidos, sentando las bases para un futuro más prometedor, pero también desafiante. La industria tiene ahora la oportunidad de consolidarse como un pilar fundamental del sistema financiero global, siempre que logre navegar con éxito los complejos entresijos políticos y regulatorios que aún persisten. Al respecto, Messari comentó que, si el cambio de la incertidumbre regulatoria a un marco legal claro ocurre como se espera, entonces esto también alentará la adopción institucional e integrará aún más los activos digitales en el sistema financiero tradicional.