A pesar de la reticencia de muchas entidades y reguladores, los principales bancos del mundo están ampliando su exposición a las criptomonedas.
La exposición a las criptomonedas por parte de los grandes bancos de todo el mundo todavía es relativamente escasa. Sin embargo, las instituciones financieras están empezando a ampliar su exposición a los activos digitales poco a poco, ya sea ofreciendo servicios de inversión cripto o servicios más especializados, como el de custodia.
En este contexto, el Banco Internacional de Pagos (BIS) ha elaborado un informe sobre cuáles son las criptomonedas más populares entre los bancos. El informe, titulado Informe de Seguimiento de Basilea III del Comité de Supervisión Bancaria del BIS (BCBS) muestra que las instituciones apuestan, en su gran mayoría, por Bitcoin y Ethereum.
Bitcoin es la principal criptomoneda elegida por los bancos, con un 31%, mientras que Ether, con un 22%, es la segunda. Según el informe, las dos principales criptomonedas por capitalización de mercado representan el 90% de la exposición reportada por los bancos.
Otras criptomonedas populares entre las instituciones financieras son Polkadot, XRP de Ripple, ADA de Cardano, Litecoin, Solana, Stellar, Chainlink y Binance Coin.
Además, los bancos de todo el mundo tienen exposición a productos de inversión relacionados con el cripto, como el Grayscale BTC Trust y el Grayscale ETH Trust, así como CoinShares Physical ETH o el ProShares BTC Strategy ETF. Algunas entidades también han informado de que poseen pequeñas cantidades de monedas estables.
Desde el BIS han explicado que este tipo de exposiciones se clasifican como criptoactivos del Grupo 2, según la actual propuesta consultiva del Comité de Basilea.
En total, la exposición de los bancos a las criptomonedas asciende a unos 9.400 millones de euros, solo el 0,01% del total de sus inversiones.
El BIS, las criptomonedas y las finanzas descentralizadas
El BCBS propuso a finales de junio, en un documento titulado Segunda Consulta sobre el tratamiento prudencial de los criptoactivos limitar la exposición total de los bancos a las criptomonedas del grupo 2 al 1% del capital de nivel 1.
El BIS mantiene su postura escéptica sobre el cripto, asegurando que no puede cumplir la función social del dinero y advierte que la venta de criptoactivos había indicado la materialización de sus predicciones sobre los peligros de las finanzas descentralizadas.
A pesar de la advertencia, el BIS publicó un documento en el que analiza DeFi, apoyando la creación de un marco regulatorio neutral que no afecte a la innovación y al desarrollo tecnológico.
Para el BIS, el ecosistema descentralizado de DeFi promueve nuevas formas de transparencia y credibilidad de los datos, lo que ayuda a las entidades financieras a reducir la necesidad de los reguladores de exigir a las empresas del ecosistema financiero de las criptomonedas recopilar, verificar y entregar datos activamente.
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